Como la divertida película de los hermanos Marx, el principio de mi noche en la ópera no pudo ser más desafortunado, os pondré en antecedentes, al igual que el resto de damas, iba engalanada con mis mejores ropas (dentro de mis exiguas posibilidades, y dado que no soy asidua a actos que exijan etiqueta, solventé la situación sobradamente, o eso creo )y subida a unos zapatos de tacones imposibles, que ya cuando los estaba comprando, sabría que me iban a hacer mucho daño( esto, chicas , ya sabeis que es como cuando te enamoras de alguien que sabes que va a ser malo, y a pesar de ello sigues adelante..¿verdad que os ha pasado?ja ja) y aún sabiéndolo ,la vanidad pudo más que el sentido común, me los compré y ahí se quedaron largo tiempo aparcados en el armario, esperando a que apareciese la ocasión perfecta, el día apropiado...
Bien , pues iba yo con mi vestidito sencillo y sincero (como yo misma) y mis zapatos estaban tan contentos de salir por fín del ostracismo al que los había confinado, que de todas las baldosas que había frente a la entrada del espectáculo, fuí a meter el pie, en la única que había rota..y claro subida a semejantes zancos...en cuestión de segundos..acabé espatarrada en el suelo, y con la rodilla medio rota..
Pero ale hop!!!como las gimnastas en plena competición , enseguida retomé mi posición y lo único que quedó magullado, fue mi vanidad femenina, y esos odiosos zapatos...
Aún dolorida y furiosa,tomé asiento de palco...las luces comenzaban a atenuarse.., los músicos afinando...poco a poco todo se me va olvidando...en el silencio contenido del público , el director con su batuta va dibujando.. comienza a sentirse la música ...y yo, lentamente, quedamente..a la embriagadora melodía , me fui entregando...
C
Bienvenidos a mi planeta...
Hace 14 años
El tropiezo no deja de ser una anécdota dentro de una noche maravillosa, en la luciste más hermosa que el mismo preludio de La Traviata.
ResponderEliminarGracias Percy, pero eso es porque la media de edad de las mujeres concurrentes, superaba con creces los sesenta...ja ja ja..
ResponderEliminarDe todas formas, muchas gracias, haces que me sienta realmente guapa..
Ver para creer! jajajaja
ResponderEliminarpero sé que sí fue así....
jajaja , me parto de risa imaginando la escena y lo que yo sentiría... en tu lugar...
ResponderEliminarSigue practicando con los tacones, seguro que al final os hacéis amigos...
Por cierto: me encantaría haber estado en esa ópera....
Un abrazo