Es fascinante todo lo que no sé del sistema inmunológico, y sí, Marcelo, realmente no conozco ningún especialista en la materia(lo aclaro por si me pides bibliografía al respecto) no obstante, a grosso modo, podríamos decir que cuando nos entra un virus, nuestro cuerpo primero examina al mismo, para una vez conocidas sus tácticas de combate, poder hacerle frente con cierta garantía de éxito la siguiente vez que se decida atacarnos..¿sencillo no?.
A veces me pregunto que tipo de sistema inmunológico tenemos las personas para librar nuestras propias batallas con toda clase de agentes externos que tratan , consciente o inconscientemente, de hacernos daño.
De hecho, lo habitual en estos casos sería aprender de las malas experiencias y estar preparados para la siguiente vez que nos embisten el alma, pero no...no lo estamos...el amor tiene un efecto anestésico que hace que olvidemos totalmente los efectos perniciosos del mismo, de hecho, caemos bajo su poder hipnótico, llegando a un punto en que podríamos jurar que esta vez "todo es diferente", con tanta seguridad en uno mismo, que pasaríamos la prueba del polígrafo sin la menor evidencia de duda...
Me dicen que sí que existen los príncipes azules, y no voy a caer en la muy manida retórica de decir que el mío es verde moho, yo la verdad soy o mejor dicho he sido ,muy de príncipes...quizás porque nunca conocí a ninguno, o quizás porque sigo siendo treméndamente infantil, el caso es que una parte de mi quiere creer que existen, que están por algún lado, que realmente es cierto lo del alma gemela y todas esas chorradas sentimentaloides..., pero la edad, y la experiencia, han creado a mi alrededor un sistema inmunológico que hace que rechaze totalmente esas ideas, es decir...ya combato antes de que me inoculen ningún ...virus.¿O no??
Aquí os dejo esta bonita canción, que he descubierto gracias a una cadena de comida rápida, que reparte entre los niños, radios pequeñitas con la misma ...Si puedo creerme esto, puedo creerme cualquier cosa...Feliz fin de semana.
Bienvenidos a mi planeta...
Hace 14 años
Es mejor olvidar los efectos perniciosos del amor, que al mismo amor.
ResponderEliminarUn beso