Mi abuela ,iletrada por necesidad y pobreza, sólo conoció un libro en su infancia, un libro que su padre guardaba a buen recaudo, puesto que era un libro de medicina, y en el cual un pobre viudo con 4 hijos (el más pequeño de 10 meses y la mayor ,a la sazón, mi abuela, de 8 años)buscaba y trataba de encontrar remedio al tremendo abanico de afecciones varias, que dada la disparidad de las edades, sufrían cada poco todos sus vástagos...
Me contaba mi abuela que eso y un reloj de cadena, heredado de su padre, era lo único de valor que tenía aquel minero tranquilo..., y también me contaba mi abuela, no sin lágrimas en los ojos, como en medio de la contienda o quizás después de ella, un vecino del pueblo del bando ganador, entró por la fuerza a su casa y se llevó esas dos cosas..porque sí, porque la guerra hace que las buenas personas sean malas, y a las que ya son malas, las transforma en monstruos sin corazón...
Esto me ha venido a la mente, porque hoy mi abuela me vió leyendo un libro, y sin pararse a mirar las tapas del mismo, me preguntó ¿es un libro de medicina?...y aunque en un primer momento la pregunta me resultó extraña , luego recordé el por qué para mi abuela, los libros sólo son de medicina, no habiendo ,en su ya un poco perdida mente octogenaria, cabida a ningún otro tipo de contenido para algo que en su vida tuvo tantísima importancia...
Nada es verdad o es mentira, todo depende del color del cristal ...con que se mira...
Bienvenidos a mi planeta...
Hace 14 años
Que hermosa historia! Y muy bien contada ademas
ResponderEliminarSuscribo el comentario de Marcelo.
ResponderEliminarPues yo igual que los dos anteriores jajaja. Pero te repites. Esa historia la cuentas en todas las reuniones sociales
ResponderEliminarMe alegra mucho volver a veros a todos!!!tengo poquitos seguidores, pero veo que muy fieles... y al tercer anónimo, tengo que decirle que todo lo que cuento aquí es verdad, y por eso..es probable que de vez en cuando me repita ja ja ja...,
ResponderEliminarLMI