
He visto a tipos muy duros, llorar como corderitos por no ser el objeto del afecto de tremendas lagartas ...y muchachas muy dignas, dejarse hacer de todo menos trenzas por impresentables chulos de piscina que no sabían conjugar ningún otro verbo que no fuera el de "flipar"..
Tengo que decir que siempre he deseado ser una de esas "lagartas ", una Ava Gadner a la española , y no solo por su belleza (que también) sino por el tremendo poder ,que como despótica reina , siempre ejerció sobre todas sus parejas... pero a ese tipo de mujeres, se les adorna con un tremendo físico y un escaso corazón....y a mi, dios me dotó de todo lo contrario...en fin....
El deseo es un sentimiento muy poderoso e ignorante..., no entiende de edad, raza , estatura y condición...
y sobre todo... es mucho más ciego que el amor...