CUANDO NO ME VEÍA NADIE

sábado, 28 de abril de 2012

A donde irán los besos....

He observado que las personas con una edad razonablemente adulta, no besamos y a decir verdad apenas nos tocamos..., sin embargo, los niños se besan constantemente, los adolescentes, se comen por las calles, entrelazados como caracoles, tocándose sin pudor, explorando sus bocas púberes con la ansiedad que da la urgencia del tiempo que se acaba para llegar a casa antes de la hora marcada.. Pero los adultos, o al menos los adultos con los que he salido..., besan a escondidas..., en la oscuridad de la noche...bajo el amparo de una esquina solitaria...y al final , la sensación que transmiten es que...besan con miedo...como si el hecho de besarte en público les expusiera desnudos ante la gente... lo cierto es que siempre he pensado que un beso tenía mucha mas importancia y encerraba mas comnotaciones, que el propio acto sexual..., siempre he pensado que cuando te besaban lo hacían por sucumbir a un impulso irrefrenable de atracción y deseo, pero respaldado de algo mas... No puedo estar mas equivocada, los besos recibidos últimamente, son vácuos, ligeros y sin trascendencia...besos lanzados a oscuras, buscando una boca, que bien podría ser la mía como la de cualquier otra...escenas teatralizadas y repetitivas, en las que puede cambiar el escenario ,pero la interpretación de la protagonista, es siempre la misma...

 Quiero volver a ser adolescente, para que los besos me sepan a algo, para que al día siguiente, aún me arda la boca, me duela el estómago y no pueda probar bocado..., quiero que me escriban frases, en hojas de papel cuadriculado, me las dejen en mis libros y todo mi mundo se vuelva totalmente acelerado.... Pero me temo que lo mejor será, que me vaya acostumbrado a soñar despierta, con una adolescencia que ya ha pasado.

jueves, 19 de abril de 2012

Sin urgencias...

Habían quedado para verse ese sábado, ella iba tranquila, con la seguridad que da , el no sentir hacia esa persona mas que una simple necesidad...no se había arreglado en exceso, sabía que no repararía en su ropa y mucho menos en su peinado..., eso sí, se había depilado meticulosamente ,y se había pasado el guante de crin por todo su cuerpo, para eliminar todo rastro de piel muerta, como si frotándose con esa aspereza , se quitase los meses de soledad, de falta de contacto humano...
Cuando subieron a la habitación, no hablaron demasiado..., él...no era ni demasiado alto ni demasiado guapo..., su aliento olía a tabaco , y de una extraña manera ella, que era totalmente contraria a su consumo, encontró ese aroma tremendamente excitante,precisamente por no ser algo cotidiano,...

Si esperaba un acto urgente y casi casi desesperado, para su sorpresa, se encontro con un hombre calmado, que ralentizaba todos y cada uno de sus actos...que se recreaba en cada parte de su cuerpo, como si fueran delicadas porcelanas , cuyo trato debiera ser exquisito y sumamente cuidado...

Ella enamorada de un hombre que jamás podría corresponderla, él, enamorado aún de la ex pareja, que hacía poco le había abandonado...

Manos , lenguas , brazos , piernas...sudor, olor...tinieblas...

Y la necesidad , tan humana, de sentir un cuerpo , al margen de la práctica del sexo, a nuestro lado....

martes, 17 de abril de 2012

De lo frágil y lo seguro...

Hoy me he fijado en un frasco de cristal que hay en casa de mi madre, me lo regalaron cuando tenía yo 16 años, y contiene jabones perfumados y bolitas de aceite de colores..., recuerdo que cuando me lo regalaron, me encantaba oler los jabones, y tocar las bolitas... me fascinaba su tacto suave y blando...tanto las toqueteaba, que espachurré mas de una y de dos, en mi afán por sentirlas y disfrutarlas...

Es mas que probable que los jabones ya no huelan a nada, y las bolitas, han palidecido hasta quedarse casi transparentes, sin embargo, a la vista, todo permanece casi intacto , porque , protegido en su frasco , mi madre, muy inteligentemente , lo colocó en la estantería más alta de la casa...

Tengo un amigo que cree que el amor dura exactamente 5 años..., que aún protegiéndolo en su frasco, este pierde su olor, su sabor, y por supuesto su tacto... yo sin embargo se que , cuando vuelva a abrirlo, recordaré exactamente todo lo que sentí ...como si el tiempo no hubiera pasado...