CUANDO NO ME VEÍA NADIE

miércoles, 6 de abril de 2011

El ceño fruncido...




Uno de mis pasatiempos favoritos, cuando voy de copiloto en coche ajeno, es desplegar el espejo del techo y escudriñarme todos y cada uno de los ángulos de mi cara..., por si alguien aún no lo sabe, estos espejos tienen la ¿virtud? de reflejar de una forma desmesurada toda tu alma (puesto que por ello dicen que la cara es el espejo del ídem)...en mi caso, obviando el hecho de que detesto mi cutis, detesto mis pecas, mis manchas y absolutamente todas las imperfecciones cutáneas con las que dios y la genética, decidieron obsequiarme , siempre miro y remiro, una particularidad, por encima de las otras...y es que tengo exactamente el mismo ceño fruncido que mi querida progenitora...,son dos rayas profundas surcando el espacio entre las cejas que por mucho que estire la piel, no desaparecen nunca..unas veces más marcadas (dependiendo de lo estresante de la semana) otras veces menos...pero ahí están, interpérritas..recordándome que todo lo malo que me pasa, se me acumula entre los ojos, como una señal inequívoca de que nunca conseguiré relajarme...
En fin...espero poder inyectarme algún día Botox, porque me temo que al paso que voy , el ceño fruncido se comerá totalmente mi cara...

1 comentario:

Bienvenidos habitantes de otros planetas...