Mi oásis privado.

Hay un pequeño parque ,cerca de mi casa,que estando semiescondido entre edificios y calles, es poco transitado...
Los sábados por la mañana,me acerco para sentarme al sol,y meditar...a veces aprovecho para reir y otras (las menos) para llorar...
Es mi reducto privado,mi oàsis en medio de este gran desierto,que constituye la ciudad..
Pues bien, estando yo disfrutando de estos ansiados momentos de soledad,veo venir a una señora con 1 perro...y comienza a perturbar mi tranquilidad...
Le grita al animal..- Bosco no hagas eso! Bosco por ahì no! crees que voy a hacer lo que tu digas?? Pórtate bien, eso no!!
Esta buena mujer,mantuvo un monólogo absurdo con su perro,durante medias hora, y no es que me molestase eso (que para ser sinceros,he de reconocer que un poco )es que el perro debía padecer cierta sordera...habida cuenta de que lo llevaba atado con una mini correa,y sus gritos inundaban mi,hasta ese momento,remanso de paz...
No acierto a entender que clase de enfermedad mental sufre esa buena mujer, probablemente solo sufra de soledad terminal...porque las tonterias que le decía a su perro, no eran ni medio normal...
Se que soy injusta,y desde aquí me pueden acusar de no querer a los animales,pero no es verdad ,del pobre perro no conozco ni el tono del ladrido...yo creo que no se atrevía ni a respirar...se, que yo tambien sufro de soledad terminal, y como solo tengo peces y no los puedo sacar a pasear, me apropio de espacios comunes ,para mi disfrute personal...
Este parque es mío, y la próxima vez que esa chiflada se ponga a chillar,os juro que la empujo al río y luego,disimuladamente libero al pobre can...
Señor juez,¿¿realmente cree que alguien, por esto, me va a condenar??