Me dicen, me cuentan, que a menudo, el corazón se desboca sin motivo aparente, que el estómago se encoge y la cabeza se pierde...y que , cuando todo eso sucede, no hay receta farmaceútica que pueda aliviar , tan incomodos pesares, porque no hay remedio que cure el sentimiento amoroso...
Todo aquel que se haya enamorado, sabe por propia experiencia que, en un tris, del gozo se pasa al llanto, y viceversa...
Estos días me he encontrado con una situación curiosa, dos posiciones claramente contrapuestas y un único resultado, desde aquel ser que considera que el amor es un ente abstracto y , en consecuencia, no puede ser cuantificable ni cuantificado..., hasta aquel que mide con escalas numéricas, el valor del ser amado...
Uno me suelta una deatriba, sobre la magnitud infinita del amor endemoniado, el otro, tranquilo, sereno y mucho más pausado, me indica la conveniencia de buscar una media aritmética , en las virtudes del ser deseado...
El primero se rebela...¿como media aritmética? mi amor ha de ser un diez, un diez absoluto en todo, un diez en todas las virtudes que posea....
Una media, apasionado amigo..., no hay nadie que posea un diez en todo..., por tanto puntúa una a una, las cualidades, y en función del resultado, si supera la nota de corte...dale el visto bueno y ...APROBADO!
Comprendo las dos actitudes, una es resultado de una mezcla tremenda de sueños, pasiones y demasiada literatura romántica, la otra, más pragmática, mas reflexiva y tranquila, supone , la realidad de la vida, de aquel, que ha sufrido por amor...y por ello, no quiere seguir llevándose chascos...., pisa sobre seguro, hace sus medias , sus valoraciones y estadísticas, y la probabilidad de que esto, no le duela..., de algún modo, le tranquiliza...
no se porqué pero creo que ud.prefiere las relaciones hipotéticas a las reales...y las hipótesis son sólo eso..hipótesis
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