La primera vez....

Antaño, era una práctica bastante extendida, acelerar la transición de niño a hombre, a través del paso del muchacho por los brazos de cualquier mujer de reputación dudosa, que se prestase al acto..
En el caso de Antonio, fue con 15 años apenas recién estrenados, era la despedida de soltero de su hermano mayor, y sus amigos le habían organizado una visita al club de alterne más popular y alegre del otro lado de la comarca, la excursión incluía dos noches de hotel y Antonio, estaba realmente emocionado..
Aquella noche todo el grupo de amigos (unos 25) decidieron ir al burdel , el chico temblaba como una hoja.., no tenía muy claro lo que iba a hacer allá, pero sentía, imaginándolo, un extraño cosquilleo entre el estómago y un poco más abajo..., Cuando llegaron al establecimiento, el dueño, que tenía su propio concepto de moral, llevó al chico aparte, y le dio una charla paternal, le explicó que no tenía que hacer nada que no quisiera,y que no se sintiese incómodo porque las chicas también eran madres..
Antonio, entró en el recinto con una mezcla de excitación mitad de hombre cuando ve a una buena hembra, y mitad de niño cuando espera en su cumpleaños, los regalos y la fiesta.
Al instante dos meretrices mulatas, que no debían tener más de 25 , pero que a él, le recordaban a la maestra de su escuela, doña Juana,se le acercaron..
Le parecieron hermosas,sus movimientos , completamente estudiados, le tenían totalmente hipnotizado.. le hablaban bajito al oido, mientras le hacían cosquillas con la lengua , le rozaban con sus duros y casi desnudos pechos,haciendo que su corazón casi se le saliera, y cuando lo veían así,tan niño queriendo ser hombre, tan azorado, se reían, se miraban y con un punto de ternura , no dejaban de acariciarlo..
Aquella noche hizo el amor por primera vez, bueno , para ser exactos, se dejó hacer..,y hoy .... a sus 45 años...recuerda aquella noche con cierto cariño, y mucha dulzura, y a veces piensa en que habría sido de la prostituta.., aquella hermosa mulata, de la cual nunca supo el nombre...