CUANDO NO ME VEÍA NADIE

martes, 14 de septiembre de 2010

La princesita encantada.....

Era se que se era, una linda princesita que sufría un terrible encantamiento.., cada vez que se miraba a un espejo...no se veía a ella, veía a otras personas, otros reinos.., veía a los campesinos.., recogiendo sus cosechas, veía a los pastores, pastoreando a sus ovejas...veía a los artesanos , trabajando en sus talleres, pero a ella misma jamás conseguía verse..
Lo intentaba en todos los reflejos de palacio, lo intentaba en las vidrieras , lo intentaba en el reluciente marmol.., lo intentaba en la fuentes..pero nada...lo único que obtenía eran los reflejos de otras gentes..

El resto de princesas, pasaban su tiempo rizándose el pelo...., afinando su cutis, perfeccionando mohines frente al espejo..., y ella, la verdad es que no tenía especial interés en tales actividades, pero como princesa que era lo intentaba..., claro que todo lo anteriormente descrito , sin poder verse siquiera, resultaba cuanto menos ...imposible.., aunque a decir verdad..mucho tampoco le importaba.

La pobre princesita, simplemente no encajaba...

Una mañana de otoño, salió a pasear por el bosque cercano ,cuando vio un  hermoso lago plateado..., se asomó al mismo y de repente le vio,  era un muchacho de ojos grandes y algo tristes...cejas pobladas y expresión , entre perdida y cansada..., acostumbrada como estaba a observar sin ser observada se sobresaltó cuando descubrió que el desconocido ¡le miraba!
El príncipe desencantado también dio un respingo cuando vio que la hermosa doncella despeinada, que  veía al otro lado de su espejo, parecía que también le contemplaba..
¿Quien sois? se dijeron al unísono...¿yo? ¿quien sois vos?? volvieron a interrumpirse el uno al otro.., al príncipe le entró la risa, y la princesa se carcajeo por lo bajo...asi que él levantó la mano para pedir la vez...y asi comenzar una conversación que les depararía  horas y horas de interminables diálogos...

Pasado un tiempo,la princesita encantada y el príncipe desencantado, comprendieron que lo único que necesitaban para poder verse así mismos  era reflejarse en los ojos del situado al otro lado...

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