CUANDO NO ME VEÍA NADIE

miércoles, 14 de diciembre de 2011

Esa enajenación mental transitoria llamada...amor.

Ayer un buen amigo, en medio de una conversación sobre parejas, me dijo plenamente convencido, - El amor, no deja de ser una enajenación mental transitoria...-
Y es una verdad como un templo...el amor nos nubla el entendimiento, nos hace ver lo blanco negro y lo negro blanco, y en definitiva, cuando se nos pasan sus perniciosos efectos...muchos preferimos seguir fingiendo, a reconocer que se ha acabado...
Enajenados o no, me niego a pensar que sea todo tan circunstancial, tan momentáneo o temporal, no puedo ni imaginar la fecha de caducidad de un sentimiento que no tiene comparación con ningún otro, precisamente por su intensidad...y sin embargo , la vida y la experiencia , se empeña en llevarme la contraria, en recordarme una y otra vez que lo que somos y sentimos es totalmente perecedero y en consecuencia ...absolutamente fugaz...
Yo siento mucho amor, hacia muchas personas,pero a una en especial le he otorgado el dudoso honor, de ocupar un hueco eterno en mi dolido corazón...

¿Pero eso, ya lo sabes no??

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