Ayer un buen amigo, en medio de una conversación sobre parejas, me dijo plenamente convencido, - El amor, no deja de ser una enajenación mental transitoria...-
Y es una verdad como un templo...el amor nos nubla el entendimiento, nos hace ver lo blanco negro y lo negro blanco, y en definitiva, cuando se nos pasan sus perniciosos efectos...muchos preferimos seguir fingiendo, a reconocer que se ha acabado...
Enajenados o no, me niego a pensar que sea todo tan circunstancial, tan momentáneo o temporal, no puedo ni imaginar la fecha de caducidad de un sentimiento que no tiene comparación con ningún otro, precisamente por su intensidad...y sin embargo , la vida y la experiencia , se empeña en llevarme la contraria, en recordarme una y otra vez que lo que somos y sentimos es totalmente perecedero y en consecuencia ...absolutamente fugaz...
Yo siento mucho amor, hacia muchas personas,pero a una en especial le he otorgado el dudoso honor, de ocupar un hueco eterno en mi dolido corazón...
¿Pero eso, ya lo sabes no??
Bienvenidos a mi planeta...
Hace 14 años
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